Pinceladas y reflexiones sobre la vida cotidiana a orillas del Mediterráneo

sábado, 2 de junio de 2007

Un pantallazo en la pantalla

Corresponsales, llegados a Sderot y alrededores desde el centro del país, convertiéndose de la noche a la mañana en osados corresponsales de guerra, tienden un puente, noche a noche, a través de la pantalla chica, entre nuestra y su rutina.
Una muestra:
Escuela.
En medio del examen "bagrut" de Matematica, que se rinde el mismo dia en todo el país, (y constituye uno de los requisitos para recibir el diploma completo de la secundaria), los alumnos de Sderot se ven obligados a interrumpirlo ante la sirena denominada “Color Rojo” (que con una anticipacion de segundos alerta ante la caída de un cohete), para correr a un espacio protegido. El episodio en si dura alrededor de cinco minutos pero el Ministerio de Educacion, en consideración a la vivencia traumática, les otorga una hora extra, la que por supuesto no basta para borrar el abismo que existe entre sus condiciones de examen y la de los alumnos del resto del país.

Fábrica de golosinas.
Operarios, más mujeres que hombres, que no se pueden dar el lujo de abandonar el trabajo para viajar a “ventilarse” a otra parte del país (o no tienen adonde ir) intentan recuperarse del shock que viven, quien más quien menos, después de cada “Color Rojo”, y el consiguiente “boom". Lo hace por medio de un taller de risa-yoga, (organizado en y por la misma fábrica), en la cual, físicamente, están más protegidos que en sus propias casas. Dejando de lado el cuestionamiento de si esta técnica es o no eficaz, que distinto sería si en los corredores de la susodicha fábrica brotaran carcajadas producidas por la vida misma.

Centro de la ciudad.

Bar. Un “locolindo” inaugura un Café en el centro de la que los noticieros bautizaron “ciudad fantasma” de Sderot. Peluquería. El peluquero sufre de una sordera casi completa, por la cual, recibe el alerta “Color Rojo” por un aparato Beeper. El corresponsal le pregunta, “que te da más miedo, escuchar (cuando el ‘boom’ del cohete cae muy cerca lo escucha) o no escuchar”. “Escuchar”, contesta el peluquero.

Ambulancia. Dos minutos después de la caída del cohete, se ve en la pantalla una ambulancia que se dirige a gran velocidad hacia el lugar de la caída, sin hacer uso de la característica sirena. “Las calles están desérticas” justifica el corresponsal el por que de tal silencio.
Un desierto de asfalto.