Pinceladas y reflexiones sobre la vida cotidiana a orillas del Mediterráneo

sábado, 18 de octubre de 2008

Volví para quedarme

¡No puedo creer que pasó tanto tiempo desde mi último post! No lo sabía pero lo intuía. Desde hace tiempo que siento un extraño cosquilleo en la punta de mis dedos (que se mantienen ágiles gracias a mis diferentes tareas como escribidora), que de tener la independencia que anhelan, hace tiempo habrían teclado hacia este remanso.

No lo juro ni lo prometo, pero haré todo lo posible por mantener activo este blog con la esperanza de que disfruten de su lectura como yo disfruto de su escritura y sus comentarios.

Esta reactivación me encuentra sumergida – junto con todo el país – en la incertidumbre, en vísperas de la formación de un nuevo gobierno, al parecer bajo el mando de Tzipi Livni, y en la angustia por el demorado regreso de Gilad Shalit. (Y muchas otras yerbas, de las buenas y de las malas).

Sigo con mi vida, como todos aquí, pero cada vez que escucho el nombre de Guilad – en el marco que sea – siento como si me pellizcaran el alma.

Respecto a lo de Livni, siento como si se tratara de un familiar, alguien de mi barrio, o de mi aldea de orígen, a pesar de que no es nada de ello. Simplemente es mujer. Esto, lejos de alegrarme, me enorgullese y enoja a la vez.

Orgullo, porque de lograr su meta, será la primera mujer, desde Golda Meir, que llegará a la vivienda oficial del Primer Ministro, no en calidad de Primera Dama. Enojo, porque siento que no es la mujer indicada. Tiene buena presencia, inteligencia, autoridad, parece limpita y hasta decente (cualidad que escasea en las altas esferas de por aquí). Pero le falta algo básico, autenticidad, valentía,"vuelo"... ¿Será mucho pedir?

Ines Weller desdeisrael@gmail.com

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