Pinceladas y reflexiones sobre la vida cotidiana a orillas del Mediterráneo

viernes, 16 de enero de 2009

Se vislumbra el final

Cuando escribí el último post hace casi una semana soñaba que en cualquier momento tendría la necesidad de irrumpir con un primer post de post guerra. Pero, aunque todos coinciden que el final se vislumbra, la guerra sigue. Y lamentablemente, aún teniendo el privilegio de no estar viviendo esta guerra en carne propia (como comenté en el post "Dos semanas en Gaza"), hasta yo tengo la suficiente cultura bélica para saber que la intensidad de una guerra no decrece a medida que se acerca al final sino que por lo general, sucede todo lo contrario, se intensifica. Todas las partes tratan de aprovechar al máximo el "permiso" para destruir antes de su inminente vencimiento.

O sea, la cuenta de los muertos y heridos no se detiene ni por un instante antes del cese del fuego. Va a ser una verdadera bendición si se va a detener después.

Lo que pasa en Gaza

Más allá de lo que dicen o lo que callan los políticos, los periodistas especializados, los entendidos y los que no lo son (pero no por éso se callan la boca), lo que más me da la pauta de que el fin de la guerra se acerca es que cada vez se escuchan más voces que hablan de "lo que está pasando en Gaza".

A pesar de que desde un principio se muestra y se cuenta lo que está pasando en Gaza, el tiempo y el lugar que ocupan estas noticias son mínimos, comparados a los que ocupan las de la destrucción y las víctimas de Israel. Creo que esta desproporción no es sólo producto de la entendible preocupación local por lo que nos pasa a nosotros, sino que las imágenes y las noticias de Gaza son muy difíciles de captar, y mucho más de digerir.

Ahora, que por un lado pasó un tiempo y por el otro se vislumbra el final, se empieza a hacerles más lugar y cada vez se habla más de la reconstrucción de Gaza en todo sentido, no sólo físicamente. O sea, nos estamos preparando para poder mantener los ojos abiertos cuando aparezca el título y la temida foto de "Gaza, un día después"

Hablar del trauma

Creo haber comentado en alguna oportunidad que uno de los grandes cambios que vivió la sociedad israelí en las últimas tres décadas (que son de las que puedo atestiguar de primera fuente) está relacionado a que ahora se permite (al menos más que antes) exteriorizar sentimientos y hablar de ellos en voz alta. Como correlación se dio una apertura hacia los tratamientos psicólogicos.
El otro día, leyendo en un diario una columna personal de una madre de un soldado en el frente, pude "palpar" este cambio. La madre cuenta que durante una visita fugaz que tuvo oportunidad de hacerle al hijo combatiente, en un intervalo que le dieron, le preguntó en chiste, "¿te voy pidiendo turno con el psicólogo para después de la guerra?" a lo que el hijo le contestó, "no, por ahora estoy bien".

Lamentablemente este "por ahora estoy bien" no siempre es real. Muchos israelíes, que combatieron en alguna guerra u "operación militar" conviven con leves y ocultas manifestaciones del shock de guerra, sin tener ninguna consciencia de ello. Pero éste es un tema para tiempos de paz.

Otra de las manifestaciones de esta apertura es que se habla de la traumática generación de los chicos del sur, ya que muchos de ellos no conocen otra vida que la que regida por las alarmas de "Color rojo" que anuncian, desde hace ocho ininterrumpidos años, la caída de un misil, 15 segundos antes de que se escuche el "boom" y la conescuente y desesperada corrida hacia un "espacio protegido", que no siempre existe en sus cercanias.

Los niños de Gaza


Dentro de la lluvia de ideas que comenzó a surgir repecto a los niños de Gaza acabo de escuchar una especialmente insólita. La periodista Judy Shalom Nir Mozes, en una carta abierta al Ministro de Defensa, sugiere ofrecerle a las familias de Gaza traer a Israel a todos sus niños para asegurar que no sigan cayendo víctimas de la guerra ni sigan siendo usados como baluartes humanos en manos del Hamás, según atestigua el ejército israelí.

Insólita o no, parece ser que surtió efecto. No está claro si a raíz de esta propuesta o no, pero horas después de hacerla pública se designó al ministro israelí de Absorción y Bienestar Social como responsable de ofrecer ayuda humanitaria a la población de Gaza, de manera oficial. Más allá de la que están brindando diferentes iniciativas particulares, entre ellas la de los kibutizm, algunos de los cuales están ubicados en la zona atacada por los misiles que disparan desde Gaza...


Ines Weller desdeisrael@gmail.com

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