Pinceladas y reflexiones sobre la vida cotidiana a orillas del Mediterráneo

lunes, 23 de agosto de 2010

Se busca una mujer

Hoy al mediodia escuchaba por radio un programa de actualidad, compenetrada mucho más en la preparación de mi apetitosa ensalada que en lo que decía la locutora, hasta que sus palabras me encendieron una luz roja. Resulta que en todo Israel -que desde los legendarios y lejanos días de Golda Meier ostenta una etiqueta de sociedad igualitaria, en cuanto a la participación de las mujeres en la vida pública- no encontraron una mujer que represente dignamente nuestro sector en la comisión investigadora Tirkel.(La comisión que investiga el enfrentamiento entre la flotilla Mavi Marmara y el ejército de Israel.)

Ya de por sí es inaudito que al crear el mencionado organismo, a nadie se le ocurrió la insólita idea de nombrar una mujer, a pesar de que la presencia femenina en este tipo de marcos es obligatoria por ley. Cuando organizaciones de mujeres vieron que la comisión comenzó la fiesta sin ninguna de nosotras, apelaron. La Corte Suprema dictaminó que se ofrezca el cargo al menos a cinco mujeres, sin imaginarse que tal misión le resultaría al ministro de justicia, el profesor Yaacov Neemán, literalmente, una misión imposible.

Aclaro que la población de Israel está dividida en forma casi equitativa entre hombres y mujeres y sin embargo, créase o no, el profesor Neemán, comunicó hoy al gobierno que no encontró a la mujer que la Suprema Corte le ordenó buscar...

¿Cómo puede ser? lo mismo me pregunté yo. Sucede que Neemán, muy obediente, hizo lo que dictaminó la Corte: le propuso a cinco mujeres formar parte de la Comisión y todas rechazaron el cargo. Y colorín, colorado este problema, se ha terminado.

Si no fuera triste, sería cómico. Más lamentable aún es el hecho de que no es la primera vez que "no encuentran" a una dama para tal puesto. Justamente, una Dra (cuyo nombre no recuerdo) que habló hoy en la radio comentó acerca de casos anteriores similares, con representación exclusivamente masculina en las respectivas comisiones. En todos los casos los tribunales solicitaron al gobierno que, por favor, la próxima vez al nombrar al equipo en cuestión, haga el favor de nombrar de antemano, por lo menos una mujer. A pesar de que aquí este tipo de Comisiones gozan de una alta tasa de natalidad, la presencia femenina sigue brillando por su ausencia.

Curiosamente, ni el profesor Neemán ni el mismísimo Yaacov Tirkel, presidente de la comision que lleva su nombre, se mostraron compungidos por su infructuosa búsqueda:
"Intentamos con gran esfuerzo encontrar una mujer de primera línea que pudiese aportar a la comisión" citan los diarios sus excusas, "pero las cinco rechazaron el llamado. Esperamos que esto ponga fin a esta historia de agregar una mujer a la comisión".

Si no tuvieron la gentileza de encontrar una mujer al nivel de las circunstancias, al menos podrían haber tenido la delicadeza de ocultar el alivio que les produjo el hecho que la pesquisa resultara estéril.

Inés Weller desdeisrael@gmail.com