Pinceladas y reflexiones sobre la vida cotidiana a orillas del Mediterráneo

viernes, 6 de abril de 2012

P de Pesaj y de postergado


Seder, literalmente, significa orden pero en realidad, la fiesta de Pesaj que se inicia con la tradicional cena familiar (por no decir comilona) tiene un significado mucho más amplio.

Por empezar, se llama también la Fiesta de la liberación, a raíz del legendario éxodo de Egipto, excelente excusa y oportunidad para alimentar cualquier ímpetu liberador adormecido que todos los días del año nos inspira tantas ganas como miedo de despertarlo...

Paradójicamente, la fiesta de Pesaj está absolutamente identificada con la limpieza en el sentido más prosaico, aunque nunca llegué a entender qué tiene de libre pasarse semanas fregando y expurgando nuestra casa como si de la noche a la mañana, en cuanto termina Purim, nos convirtiéramos todos al unísono en impuros. Felizmente, en los últimos años la impronta del feng shui me "amigó" con el raye nacional de dar vuelta la casa al relacionar la limpieza habitacional con la del alma.

A este particular enganche de la liberación con el aseo se acopla la renovación y el cambio. En esta veta de Pesaj avanzo sigilosamente y no me ando con cuestionamientos. No vaya a ser que las ondas energéticas que pululan por estos lares en esta época del año,  en lo que a dar un paso al frente con proyectos se refiere, se espanten.

Así que apurada e inmersa en este primaveral e irresistible impulso de hacer lo deseado y postergado, retomo mi querido y abandonado blog.
¡Jag Sameaj!

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