Pinceladas y reflexiones sobre la vida cotidiana a orillas del Mediterráneo

miércoles, 2 de enero de 2019

¡Muy feliz año nuevo!

Cuando se acerca el 31 de diciembre me invade una sensación de ambivalencia.

Por un lado, me sumo a los deseos de ¡Feliz año nuevo! En los que subyace la percepción generalizada de que lo que nos pase este año nada tiene que ver con nosotros sino con lo que nos depare el destino.

Lo curioso es que a nivel teórico creo firmemente precisamente lo contrario: que mucho de lo que nos pase este año será efecto directo e indirecto de lo que hagamos o dejemos de hacer.

Así que con el claro propósito de recordarme y recordarnos este "detalle" mi deseo para el 2019 –que me apetece como si tuviera frente a mí una fuente de cerezas o alfajores de maicena (en una época más pecaminosa, hubiese escrito alfajores de Havanna de chocolate:)– es que disfruten de él ¡con todo! Y lo conviertan en un año pleno de momentos felices, de muchas sonrisas, risas y en la medida de lo posible, carcajadas…

¡Bienvenido 2019!



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