Muchas veces un “gran paso” que elegí dar me llevó de una sensación de cautiverio a una de liberación.
En realidad, más de una vez resultó ser un paso relativamente pequeño porque lo di
recién después de pasar una larga y ambivalente estadía al lado de alguna frontera...
Las
situaciones fueron más y menos dramáticas, y las emociones que me acompañaron, más
y menos encontradas. Pero siempre prevaleció
una sensación gratificante. Por el solo hecho de hacer. De animarme a elegir.
De jugarme. Sabiendo que tal vez, me esté equivocando…
Por toda esta vasta experiencia en el tema es que hoy me deseo, y extiendo mi deseo a todo/a aquel/lla que cayó en la tentación de leer estas palabras, a animarnos, en vísperas del final de la Fiesta de la Libertad 2023, conocida popularmente como Pésaj, a volver a elegir. Volver a dar el paso a lo que hoy sintamos que representa nuestra libertad...
Sabiendo que tal vez, nos estemos equivocando…
¡Jag Saméaj!